Con quien te gustaría compartir...

15.07.2011 04:51

 “Si estuvieses en una isla solitaria con una persona, con quien te gustaría compartir ese espacio”  analizaba, meditaba y enloquecía imaginando la situación. La comparaba con las relaciones que se puede tener con esa persona llámese pareja, novio, amante, cómplice o amigo donde el momento de comenzar dicha relación todo es mágico, excitante, lleno de lujuria y podría decir o más bien repetir que “empezamos a recrearnos con paraísos permitidos, en los cuales somos felices sin límites, sin afanes, sin dolores, sin recato, sin pudores, lo defendemos, lo cuidamos,  por que perderlo es empezar a morir un poco, empezamos por prolongarlo en la eternidad día a día nos inventamos una nueva caricia, una nueva palabra que halague, y nos volvemos sordos de amor, sin preguntas,  sin respuestas y afortunadamente en este mundo sin fronteras, donde las manos deben empezar donde terminen los dedos del otro para no dejar espacios suspensivos…”.

Sin darnos cuenta lo vamos desgastando de tal manera que gastamos los ahorros, que sin preverlo podríamos caer en la monotonía que es muy frecuente en toda relación sea la que sea… tanto así que lo mágico y fantástico se diluye como agua entre los dedos… es allí donde debemos disfrutar cada instante por mínimo que sea, con esa persona y realizando cosas diferentes para no caer en esa monotonía que la parte espiritual y sexual pierden el encanto… de ahí, la importancia de tener claro todo desde el principio con esa persona, el poder conversar con ella sin el temor a ser juzgado o tildado de alguna manera por expresar tus deseos, anhelos, sueños y hasta fantasías, y tener en esa persona un cómplice y amigo…de esta manera evitamos tener miedo o vergüenza de probar cosas nuevas, lo que nos permitirá compartir con esa persona, en vez de intentar convencer de hacer el amor o tener sexo, o peor aun complacer a sus caprichos simplemente para que no se aleje, o busque otra persona… cuando lo mágico es que sea un deseo mutuo, donde las feromonas hagan de lo suyo y nosotros de lo demás… y todo esto se podría lograr con algo de estímulo visual para mejorar su encuentro amoroso, sexual y sin tabúes…es un encuentro de dos seres tanto física como espiritualmente…así que repitiendo estas palabras esta en nosotros vivir a plenitud lo que queremos vivir y qué bello es cuando tenemos un verdadero cómplice a nuestro lado y no alguien que solo está por estar ahí.. Haciendo lo mismo… 

Carpe Diem 

私は愛である 

Yayo

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