Demasiado Intenso

“…lo que he vivido hasta el momento ha sido intenso, demasiado intenso, mi vida sexual despertó!...” Muchas mujeres entre los 41 y los 47 descubren su sexualidad real. El sentirse sexualmente activas, viviendo una serie situaciones, que por su mente mal formada por los tabúes, jamás hubiese pasado. Pero que en este instante lo viven a plenitud, recordando así, que son mujeres que pueden vivir su vida al 100%... quise comenzar con esto, ya que no hace mucho en una conversación, una amiga me decía. “Creo que me volví adicta a otros cuerpos”.

Y entre las cosas que me iba relatando, de cómo fue su vida, el cómo siguió unos paradigmas sociales y preestablecidos por una sociedad llena de complejos, doble moral  y falsos tabúes. Dejando de experimentar, profundizar y conocerse a sí misma, para luego ser complaciente a las necesidades de una pareja, la cual lo único real que le aporto sexualmente, fue ser un “descargadero”.

Durante su relato, divagamos sobre sus sueños, anhelos y fantasías como mujer, a lo cual me confirmo, que no había llegado a un 5% de un 100%. Pero que después de una separación, del recomenzar, tomar decisiones algunas positivas y otras no tanto. Llego a su vida, un cómplice, un amigo, un amante… y lo mejor de todo. Alguien con quien ella empezó a descubrir su sexualidad. En cierta forma me agradecía, con una que otra palabra, el cómo le había yo abierto las puertas a un nuevo mundo. Donde era ella, quien tomaba las decisiones, para sentirse bien con ella primero. El poder decir las cosas directamente a esa persona llámese pareja, amante, cómplice o amigo. Para convertirse en un solo ser en la intimidad, y dos entes ante la sociedad. Viviendo su vida, experimentando, explorando y comprendiendo muchos de sus propios actos. Decía ella que recordaba cuando yo tenía el bar, en uno de mis conversatorios de lunes, les decía yo, que la mejor hora del día era… “hora y tres cuartos, donde la mitad está llena de la aburrida cotidianidad y la otra mitad de sexo surrealista…” Se puede decir que en nuestro diario vivir, el consiente e inconsciente, tienen una dualidad entre la fantasía y la realidad, de todo aquello que deseamos hacer, pero tememos a realizarlo por ese miedo a ser juzgados. Como decía Osho “... cualquier actividad mundana puede llegar a ser meditativa. Cavar un hoyo en el jardín, plantar nuevas rosas en el jardín - puedes hacerlo con un tremendo amor y compasión, puedes hacerlo con las manos de un Buda. No hay contradicción... Yo te digo, cualquier cosa que hagas debería ser un acto de ceremonia. Si puedes traer tu consciencia, tu sensibilidad, tu inteligencia al acto, si puedes ser espontáneo, entonces no habrá necesidad de ninguna otra religión: la vida en sí misma será la religión.”

Entonces resumiendo, simplemente se debe hacer todo, con esa madures tanto emocional, sexual y espiritual. Vivir cada instante la vida como si fuese el ultimo “Carpe Diem” y ante todo buscar esa felicidad interna para que la puedas explotar con gran intensidad, para ello solo se necesita creer en uno mismo!...

Carpe Diem

私は愛である

Yayo